Vigencia del Surrealismo
“Ni son todos los que están, ni están todos los que son” es la introducción al texto de “Vigencia del Surrealismo” exposición que tiene lugar en Punto Azul- Museo de Sierras Bayas (Olavarría). Sus autores y también curadores Gabriela Aberastury y Silvio Oliva Drys señalan que esta muestra “es el resultado de la inquietud que habitaron nuestras charlas en torno del arte argentino”.
La adopción de un movimiento surgido en Europa en 1924 cuando el poeta francés André Breton (1896-1966) publicó un tratado en el que condenaba la moda del realismo y la racionalidad. En su famoso manifiesto decía: “La mera palabra “libertad” es la única que todavía me entusiasma” y lo define como: automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar verbalmente o por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento, sin la intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral.
En sus comienzos estaba orientado hacia la literatura y la filosofía. Breton que al principio era escéptico acerca de sus posibilidades en su ensayo “Surrealismo y la pintura” inicia su categorización y justificación ya que la pintura tiene acceso a cada vez más complejas realidades que el mundo empírico.
Cuando René Magritte (1898-1967) ve una reproducción de un cuadro de De Chirico se independiza de todos los ismos por los que había transitado, se instala en París y se relaciona con Eluard, Breton, Arp, Miró, Dalí, señaló que “la pintura que merece ser llamada el arte de la similitud, permite la descripción gráfica de un pensamiento que pueda convertirse en algo visible”.
El Surrealismo llegó a su final cuando en 1939 estalla la Segunda Guerra Mundial aunque Breton no lo daba por muerto. Los problemas planteados no estaban resueltos por ejemplo, el de la experiencia subjetiva, lo inconsciente y lo consciente, el individuo y la sociedad, la espontaneidad y la teoría, el arte y la vida.
Consideramos esta breve introducción necesaria ya que el Surrealismo cumple 100 años. Y en todo el mundo hay muestras relativas a este movimiento que dio figuras como Dalí, Magritte, Miró Picasso, Ernst, Tanguy, Man Ray, Pevsner, Klee entre tantos otros que admiramos.
Es de destacar que este museo, recientemente inaugurado, haya aceptado el reto de esta iniciativa ya que la muestra está dedicada a artistas argentinos , muchos de ellos comenzaron en la década del 30 influenciados por el manifiesto bretoniano. Fechadas 1929 hasta el presente, es muy abarcativa y está compuesta por 70 obras pertenecientes a 39 artistas, no todos con una imagen puramente surrealista, sino que al pertenecer a distintas generaciones, algunos bordean imágenes oníricas, otros apelan a lo fantástico por lo que el espectro es muy amplio.
Se ha rescatado la obra de Eolo Pons (1914-2007), un paisajista del Norte argentino que con su espíritu inquieto incursionó por distintas tendencias y produjo en 1938, entre otras, “La muerte del patinador” aquí expuesta, de neto cuño surrealista.
Hay obra de Ideal Sánchez (1923-1989) que fuera integrante del Grupo Orión. Tanto Pons como Sánchez fueron discípulos de Lino Enea Spilimbergo que había realizado aguafuertes sobre un texto en prosa “Interlunio” (1937) del poeta argentino Oliverio Girondo que abrevó en el simbolismo y el surrealismo.
En Azul había nacido Alberto López Claro (1882-1952), conocido por su seudónimo Claudio Lantier, cuya obra estuvo marcada por un “impulso melancólico, complejo y apesadumbrado por el devenir universal”. No debe soslayarse que fue el poeta, dramaturgo, crítico e historiador del arte Aldo Pellegrini (1903-1973) el fundador del primer grupo surrealista de artistas argentinos en Sudamérica. En 1967 organizó en el Di Tella la importante muestra “Surrealismo en la Argentina” y también fue portavoz de los primeros abstractos en nuestro país.
Figuran obras de Pedro Pont Verges (1924-2003), artista de versátil trayectoria, Juana Butler (1928-2017) que participó en importantes muestras “Tendencias surrealistas” y “Homenaje a Battle Planas”. El crítico Damian Bayón calificó su surrealismo de “tardío” y “fantástico”.
Obras de Víctor Chab de 1970-2001, de Noé Nojechowicz (Polonia, 1923-Bs. As., 1998) de quien Aldo Pellegrini señaló que “un imperceptible estremecimiento recorre toda la estructura de sus cuadros como si por ellos circulara la sangre del misterio”.
Se destacan las obras de Ana Tarsia (1931-2017), Hugo Sbernini (1942-2019) y sus característicos desdoblamientos, Sergio Camporeale , uno de los fundadores del Grupo Grabas, referente muy importante del grabado argentino, Armando Sapia (1942-2023)con su sutil línea irónica que invita a la complicidad del contemplador, los personajes solitarios y enigmáticos de Zdravko Ducmelic (Croacia, 1923-Bs.As.,1989) muy cercano al surrealismo de Roberto Aizenberg, ilustró poemas de Girri y de Borges a quien lo unía una gran amistad.
Se incluyen en esta relevante muestra Gabriela Aberastury, Angú Vázquez, Alicia Díaz Rinaldi, Norma Bessouet (1940-2018), Jorge Diciervo, Juan Doffo, Leo Tavella, artistas de vasta trayectoria nacional e internacional
Emilio Reato (1962), Germán Wendel (1968) Sergio Bazán( 1962), Mónica Rojas(1964) fueron convocados a esta muestra no sólo por su destacada realización sino por las insólitas y no convencionales propuestas.
Cierra a fines de septiembre. Rua Barros 2356 Sierras Bayas en Olavarría.
Publicado en www.ambito.com.ar (29/7/24)
Portada: Eolo Pons La muerte del patinador 1938
Ana Tarsia
Vilma Villaverde