Sebastián Camacho en Gachi Prieto
La primera impresión al entrar en el pequeño espacio de la Galería Gachi Prieto es que todo está dispuesto para escuchar música de cámara: atriles, supuestas partituras, sólo falta la presencia de los músicos.
A medida que rodeamos la instalación del artista Sebastián Camacho (Bogotá, 1982), vive y trabaja en Buenos Aires, las partituras son en realidad papeles y libros calados que descubren arquitecturas, ruinas.
Según confiesa el artista, estos “paisajes” se originan en vistas de ventanas en ocasiones reales o virtuales cuando le llega a través de las ventanas de un monitor. “Recurro al paisaje para posibilitar una reflexión sobre cómo configuramos nuestra idea del mundo a través de esas ventanas”.
Encontramos una paleta de pintor, plumas, libélulas caladas que se posan en lugares estratégicos.
En algunos casos una lámpara pende sobre ciertos papeles que necesitan estar iluminados en la oscuridad para apreciar el minucioso trabajo del artista. En cada atril encontramos algo distinto, sin embargo hay una estrecha relación entre ellos.
Una obra de gran delicadeza y hasta nos permitimos usar el vocablo elegancia en la que afortunadamente el artista no muestra el lado oscuro y desagradable , muchas veces cruel, de la vida, una tendencia que se acentúa cada vez más. En un texto que acompaña la muestra se señala que “sacrificar el gozo inmediato es la clave para tener una aproximación al destino de la muestra, a su correlato evocado… con el que el espectador entra en relación”.
Nos permitimos disentir ya que el gozo que produce la muestra es inmediato, el espectador sensible entra en relación casi al instante.
Y aunque el artista no lo haya pensado, sólo falta la música que acompañe este recorrido que nos deja ver claramente que Camacho no necesita apelar a discursos ambiguos ni artificiosos.
La muestra se titula “Incidencia IX”. El número romano se refiere a la cantidad de obras e incidencia, según el diccionario, se refiere en geometría a la caída de una línea, de un plano, de un cuerpo, o la de un rayo de luz sobre otro cuerpo, plano, línea, punto.
En la muestra la luz es primordial, y cada obra, diferente, como ya lo señalamos, constituye para el artista , un acontecimiento, algo que sucede en el momento. Como en la música, los instrumentos son distintos pero producen un todo que nos envuelve.
Publicado en Ambito Financiero