15 julio, 2024

Oscar Bony en Cosmocosa

Por Laura Feinsilber

Hace poco leímos un artículo  en la revista The New Yorker en el que Mauricio Cattelan (Padua, 1960) en una muestra individual en la neoyorkina galería Gagosian presentó paneles de acero inoxidable bañado en oro 24 K agujereados por alrededor de 20.000 balas, obra titulada “Sunday” y explicó que quería demostrar lo que era la violencia.

Ese mismo día , en otra galería de Nueva York, el británico-estadounidense  Anthony James inauguraba “Shots fired”, disparos en castellano, en acero pulido con marcas de balas.

Es posible que ninguno de los dos haya oído hablar del argentino Oscar Bony, que  hace más de 30 años hacía lo mismo sobre planchas de plomo y vidrios.

Oscar Bony (Posadas, 1941- Buenos Aires, 2002) siempre se consideró autodidacta pero también frecuentó los talleres de Urruchúa , Castagnino y fue ayudante de Berni. En las épocas doradas de la calle Florida se lo podía encontrar en el Bar Moderno junto a Santantonín , Pablo Suárez, Emilio Renart, Ricardo Carreira, flor y nata de los vanguardistas.

Casi siempre se lo recuerda por  “La familia obrera”, que marcaría un conceptualismo político, que exhibió en vivo con motivo de la muestra “Experiencias 68” , criticada, censurada, un momento de gran crisis social y económica con la que se despidió del Di Tella, junto a otros artistas que destruyeron sus obras arrojándolas a la calle Florida.

 Abandonó el arte por un largo período, se dedicó a la fotografía para grupos de rock, entre ellos, Almendra, Arco Iris, Manal.

Al volver al arte realizó cielos con nubes, sufrió acoso policial por sus fotografías eróticas y desnudos  explícitos y entre 1977 y 1989 se exilió en Italia.

Actualmente se exhibe en Galería Cosmocosa  “El pensamiento es productor de materia” con obras poco conocidas  o nunca expuestas realizadas entre 1993 y poco antes de su fallecimiento.

La primera vez que mostró su serie  de obras baleadas “Obras de amor y violencia” fue en 1993 en el subsuelo  de  Filo, galería dirigida por Alvaro Castagnino. Utilizó soportes diversos: vidrios, papeles, placas de plomo, algunas con marcos de madera, molduras de yeso y patinados.

A propósito de los balazos, es en sus palabras: “la manifestación de un juicio”. Y que ese juicio es necesario para entender la realidad. Es decir, en una sociedad que se descompone, en un fin de siglo que llega demasiado rápido, me parece necesario terminar con lo posmoderno, terminar con lo light (de una entrevista con Federico Klemm) cuando expone en su espacio “Fusilamientos y suicidios”.

Bony desnuda su mirada sobre el arte y el presente, “con toda la violencia que ha generado este país, tiene que ver con lo que hago”.

Admiraba a Lucio Fontana y sus tajos que Bony vinculaba con el horizonte pampeano pero vertical. Un acto disruptivo de Fontana, un gesto destructivo así como  las  balas de Bony  sobre el vidrio.

También admiraba a Alberto Greco con su desacralización del arte, al utilizar orina como si fuera el efecto de lluvia sobre chapas o madera, una suerte de comunión con el informalismo.

Esto se evidencia en las  obras ovaladas cuyos vidrios también fueron baleados. Entre las rarezas hay una mariposa pinchada con un alfiler que tituló “El pensamiento”. Están también cielos con nubes y  una obra de 1993,  una pequeña ventana, baleada y quemada. Recordamos sus obras baleadas exhibidas en Smart Gallery, ahora “Tramo”,  en el marco de una muestra “La casa invita”  en la que también había una inmensa flor a la manera de Georgia O´ Keefe.

Su obra ha sido exhibida internacionalmente, no solamente en Nueva York sino en Zürich, Frankfurt, Milán, San Pablo, Porto Alegre, y también la inolvidable muestra bajo la curaduría de Marcelo Pacheco en el MALBA “Oscar Bony, el mago: obras 1965-2001”.

El texto curatorial de Amparo Díscoli comienza con una suerte de credo de Bony de 1999:

“Yo creo que el arte tiene que ver con la filosofía/ Yo creo que el arte tiene que ver con la religión/Yo creo que el arte tiene que ver con la política/Yo creo que el arte tiene que ser transparente/Eso es lo que yo creo”.

Cosmocosa : Montevideo 1430 Planta baja.

Lunes a viernes de 14 a 19hs

Portada: Oscar Bony, Seis disparos de revolver, Serie “De Amor y Violencia”, 1994, placa de metal dorado y blindex baleados en marco dorado de yeso patinado, placa de bronce con

Publicado en www.ambito.com.ar (15/7/24)

Oscar Bony, Plomo sobre plomo, (Serie Utopías), 1993 Plancha de plomo baleada, enmarcado, 86 x 105 x 4 cm.

Oscar Bony, Sin título (Serie Cielos), 1993, Óleo sobre tela, 100 x 140 cm.