17 mayo, 2018

Liberti en TRABA (nota y audio)

Por Laura Feinsilber

Audio

 

Siempre nos hemos acercado a la obra de Juan Carlos Liberti (1930-2014) con la certeza de que encontraríamos un mundo donde refugiarnos del ruido exterior.

Esto se confirma una vez más en la actual muestra que su hijo Juan Pablo ha organizado junto a Francisco Traba Galería de Arte.

Obras de los 70 y 80, algunas inéditas, óleos y dibujos que remiten al surrealismo, su forma de expresión desde el comienzo de su vida artística afianzada gracias a su amistad con Juan Batlle Planas, que desarrolló el dibujo automático influido por Freud y Roberto Aizenberg, “culpable” de despertar su pasión por la pintura.

Imágenes creadas desde su imaginación, irreales, atemporales, no fáciles de decodificar, un campo de experimentación donde volcar de manera accidental objetos procedentes de realidades diversas, una de las tantas interpretaciones del surrealismo, que  “no es un estilo, ni una escuela, es una filosofía, es una forma de vivir o quizás de ver el mundo” .

Vale la pena detenerse ante pequeños dibujos en los que el cuerpo aparece fragmentado, desdoblado, por ejemplo, “El Robo de la Escultura”, que da título a la muestra.

Otra obra “Sin título”  (1973), en la que una mano está unida al corazón.

También se exhiben un par de ejemplos de su serie “Aeróstatos”, mezcla de formas de cerebros que podrían haber sido llevadas a la escultura y a las que Liberti les dio los nombres de algunos pioneros del siglo XVII que intentaron “subir al cielo”.

Están también sus sugerentes espacios”, algunos de los 70: “Hacia el espacio celeste”(1972) y  “ Búsqueda de la calma” (1977) en los que se aproxima a su visión del espacio donde todo pierde materialidad, una suerte de búsqueda de lo infinito.

Son obras bellas, ya que el cosmos, el orden del cielo, es, para los griegos, la manifestación visible de lo bello. Por cierto concepto muy alejado del imperio del feísmo al que se ha ido acostumbrando nuestra mirada.

En un reportaje reciente a la historiadora de arte y académica argentina Elena Oliveras,  señala “que no es lo bello lo que domina y aunque la belleza ya no defina nuestro mundo, no ha desaparecido del todo  ya que hay un intento por “reestetizar” las artes a través de las ideas de varios investigadores que analizan el arte del Siglo XXI”.

Muy importante que en tiempos de escasa memoria, de indiferencia, y por qué no, ignorancia sobre aquellos que aportaron su poética a nuestras artes visuales, no sean olvidados.

Liberti, un artista riguroso, que responde “al más puro goce estético” como lo señala Mariano Soto en el texto del pequeño catálogo.

 

Publicado en Ambito Financiero

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