Karina Peisajovich en Herlitzka
A partir del 31 de mayo se exhibirán más de una decena de pinturas al óleo inéditas de Karina Peisajovich (Buenos Aires, 1966) bajo el título “Sin techo y sin ley”, inspirado en la película escrita y dirigida por Agnes Varda en 1985 “Sans toit ni loi”.
¿Vuelve K.P a la pintura de sus inicios cuando mostró los grandes autorretratos , figuras femeninas hieráticas en el centro de la tela? Creemos que nunca la abandonó a pesar de pasar del campo de la pintura hacia instalaciones lumínicas iniciada hacia fines de los 90.
Se centra entonces en la investigación de la luz y el color. Fue Kandinsky el que señaló el efecto físico del color, el ojo es seducido por la belleza y por otras propiedades del mismo. Esta artista pertenece a esa generación nacida entre los 60 y 70 que amplía la percepción de esta corriente que no necesita de ningún relato. Creemos que fue en 2000 el año que produce “Espuma” que la lleva de la pintura hacia la modulación del espacio mediante el color y el movimiento proyectado por artefactos de luz.
Recordamos muestras como “Teorías”: 8 discos circulares que se reflejaban sobre una pared, “Totalmente, tácitamente”, en la que mostró una serie de ejercicios colorísticos: dos bombitas que pendían de un par de cables que giraban ininterrumpidamente en el despojado espacio de la galería Vasari, “Máquina de hacer color. Junto a Burgos, Cambre, Di Toro, Filippi, Van der Meulen, Demirsache integró “El color, instrucciones de uso” realizada también en Vasari a comienzos de 2012.
Esta artista estudió pintura en la Prilidiano Pueyrredón y en el taller de Ahuva Szimowicz. Partició en residencias para artistas como la Beca Kuitca, en ART OMI, New York. En 2001 recibe la Beca Fulbright, participó en la muestra Color sobre Color en el Frost Art Museum de Miami, en las bienales de Porto Alegre y Lodz (Polonia), expuso en México, en diversas instituciones públicas y privadas de nuestro país, en suma, un CV muy extenso que la conecta con la corriente que logra efectos de movimiento o desplazamiento de la obra, invitando al espectador a participar de la experiencia artística de manera renovadora, siguiendo en cierta forma, las propuestas de 1961 del Groupe de Recherche d’ArtVisuel (GRAV) que destaca la relación entre el ojo y el objeto plástico.
Pero en la muestra actual la artista confiesa que “se dejó llevar por el deseo y el impulso, la materia y el color”. Trabaja la materia densa o casi efímera en transparencias. Pinta la tela de ambos lados y avanza hacia los bordes del bastidor y los pliegues del entelado. Hay desde retratos de su gato Marcel pasando por abstracciones hasta imágenes surgidas después de visitar el Sitio Burle Marx en Río de Janeiro.
Ahora es materia pura, color, forma, tensión, ritmo y espacio, obras realizadas en estos últimos tiempos. Sin bocetos, ni pasos previamente estipulados, se lanzó a pintar sin red.
Santiago García Navarro, en su texto curatorial señala que “esta vez no se ajustó a un eje conceptual-visual. Un día pintó a su gato Marcel y otro recreó esa visita al parque mencionado en Río de Janeiro.
En el texto menciona a un elemento que no ha sido alterado desde el Quattrocento, es decir, el cuadro en el que no se sabe con certeza qué sucederá ante el desafío renovado de pintar.Y una reflexión sobre la libertad del artista, “Marcel no es solamente un gato querido sino el retrato de un gato que aparece porque K.P se preparó para estar suficicientemente libre como para que apareciera”.
Un regreso a la pintura y quizás otra vuelta a lo lumínico, así es el nomadismo de los artistas de este tiempo que evitan quedar encasillados.
Herlitzka. Libertad 1630 Lunes a viernes 11.30 a 19hs
Publicada en Ambito financiero (29/5/23)