Eduardo Sívori- Museo Nacional de Bellas Artes
“Eduardo Sívori. Artista moderno entre París y Buenos Aires” es la primera muestra antológica dedicada al artista (1847-1918) desde su exposición póstuma en 1919 organizada por su discípulo Mario Canale (1890-1951).
Sus curadoras, Laura Malosetti Costa y Carolina Vanegas Carrasco reunieron a un grupo de investigación y restauración con el propósito de dar inicio a una catalogalización razonada de la vasta producción de esta destacada figura del arte argentino a quien se conoce por algunos cuadros como “El despertar de la criada” con el que desató uno de los primeros escándalos artísticos en Buenos Aires en 1887.
Recordemos el escándalo desatado en 1865 con “El baño” de Prilidiano Pueyrredón al que nos referimos en la nota anterior “Celebramos Prilidiano” que se exhibe en el Museo de San Isidro.
Sívori fue quien desplegó una amplia producción entre los primeros modernos argentinos. Había viajado a Europa a comienzos de la década de 1870 y compartió con sus jóvenes amigos las ideas acerca de la modernidad artística francesa y la pintura al aire libre.
Durante su permanencia en París enviaba obra a todos los salones y también a cada salón argentino desde su regreso a Buenos Aires hasta su muerte.
Fundador de la Sociedad Estímulo, fue un actor clave en la creación del Museo de Bellas Artes, la nacionalización de la Academia de Bellas Artes y la organización de los Salones Nacionales de Artistas desde 1911. Fue también pionero en la introducción del grabado y de su inclusión en los programas de enseñanza artística.
La muestra se exhibe en el pabellón de exposiciones temporarias y está dividida en cinco núcleos: París donde residió entre 1883 y 1891. Los cuadros de esa época muestran una cierta crítica social en un estilo naturalista que compartía con otros artistas latinoamericanos, entre ellos, Arturo Michelena (Venezuela), Víctor Meirelles (Brasil), Antonio Cano (Colombia). Se percibe en Sívori su interés por las mujeres trabajadoras, las empleadas domésticas, cantantes y la red de prostitución.
A esa época pertenece “El despertar de la criada”, los franceses criticaron el tema y qué no decir cuando lo presentó en la Sociedad Estímulo en Buenos Aires. “La muerte de un paisano” presentado en 1988 en el Salón de París fue adquirido por Quinquela Martín en 1938 quien le cambió el nombre por “La muerte de un marino”.
Otro núcleo son los paisajes. A su regreso aclaró su paleta e ilustró la vastedad de la pampa, confesó que “quería pintar una pampa, inmensa, inconmensurable, que asuste”. Son notables las 27 acuarelas, gouaches y dibujos desplegados a manera de friso en una pared al fondo de la sala.
Entre los retratos destacamos el de su esposa Matea Vidich de 1906, “Primavera” de 1914 y el refinadísimo de Lucía Daireaux, esposa de su amigo Mario Canale que heredó y reunió todo su archivo, afortunadamente comprado por la Fundación Espigas en 2003.
También destacamos “La noche de los viernes” de Mario Canale, una reunión de intelectuales, pintores y escultores de la época, óleo sobre tela de 1914, la obra de Cesáreo Bernaldo de Quirós pintándolo en su caballete.
Una muestra fascinante por su contenido histórico y estético, que en palabras de las curadoras implica reconocer en Eduardo Sívori a un representante de una generación que puso su privilegio de clase, talento, conocimiento, en beneficio de las generaciones futuras de artistas , un legado de privilegio que ostentamos los argentinos.
Av. del Libertador 1473. De martes a viernes de 11 a 20 hs, sábado y domingo de 10 a 20hs. Entrada gratuita.
Clausura el 4 de febrero de 2024.
Publicado en Ambito Financiero (16/10/23)