11 septiembre, 2023

Edgardo Giménez en MALBA

Por Laura Feinsilber

“No habrá ninguno igual” se titula la exhibición de 80 obras  producidas durante alrededor de 60 años, que ocupa el segundo piso del MALBA bajo la curaduría de María José Herrera  cuya fecha de cierre es el 13de noviembre.

¿Quién es el personaje central de esta muestra de la que no se sale de la misma manera de la que se entra?

Edgardo Giménez, artista autodidacta, un vanguardista del Di Tella, pintor, escultor, diseñador gráfico, arquitecto no graduado cuya obra figura en el libro del MOMA “Transformaciones en arquitectura moderna,”   escenógrafo, premiado por la Asociación de Críticos de Arte a la mejor escenografía  que nos pone una sonrisa en el rostro mientras se recorren las seis secciones en las que se van a encontrar animales rodeados de arco iris, selvas y encanto de cuento de hadas, monos, conejos, panteras, muebles, la reproducción de una sala de espejos que le ambientó a Jorge Romero Brest en su departamento de la calle Parera, afiches , escenografías, carteles como el célebre ¿ Por que son tan geniales?: Giménez  junto a Dalila Puzzovio y Charlie Squirru.

Según este artista polifacético “el arte debe producir bienestar y alegría, modificar al otro a partir del contacto con ese objeto o actitud estética”.

Cada espacio que se recorre está dedicado a un concepto de su repertorio configurando una serie de relatos fantásticos en los que Giménez muestra el lado vital de la experiencia cotidiana. Otra definición de María José Herrera acerca de Giménez es que “se nutrió tanto de la alta cultura como de lo popular, pertenece a lo que se llama el mundo de la imagen, en su concepción no se podía ser un artista y que no te conocieran porque ahí está la cuestión de la vanguardia en la que el arte se mezcla con la vida, estos artistas vivían aquí como si estuvieran en Londres, en Carnaby Street”.

Giménez nos hace jugar con la imaginación a través de personajes de la comedia musical, la desmesura decorativa, la ironía y gracia de sus monos que parodian a los seres humanos, el mundo del ballet vistiéndolos con el clásico tutu , la monumentalidad de la ópera  y de su versión pop, nos invita a ser cojugadores, a participar.

Sobrevuela en la sala un aire festivo, de celebración, los que recorríamos la sala parecíamos liberarnos de la presión de la vida cotidiana, alejados  del mundo hostil  puertas afuera del museo, estimulados por el color, el diseño, el riesgo, la fantasía exuberante de este creador que evita el dramatismo porque “ para drama ya está la realidad que no puede ser superada”, según confesó en alguna ocasión. 

 También nos vino a la memoria  “La actualidad de lo bello” libro de Hans- Georg Gadamer que aparte de lo bello y el juego, también se refiere al arte como fiesta. De allí también nuestra referencia al comienzo de esta nota sobre de que de esta muestra se sale diferente a cómo se entró. Gadamer dice: “si se ha tenido realmente la experiencia del arte, el mundo se habrá vuelto más leve y luminoso”.

Publicado en Ambito Financiero (11/9/23)