CEDIP. Trailer de Nicola Costantino
Hasta los 60 los grandes cambios del modernismo que empezaron con el Impresionismo hasta llegar al Pop tuvieron lugar en el espacio del marco. Hacia mediados de los 60 el espacio pictórico cambió hacia formas de producción sin precedentes, happenings, performances, instalaciones, videos, body art, street art, por sólo nombrar algunas tendencias, en las que lo efímero era la regla. Las colecciones, los museos, la galería, la crítica de arte, todo fue puesto en discusión y redefinido. Los artistas se comprometían en causas sociales y políticas, el arte se politizó y radicalizó.
Esta es una breve e incompleta introducción a la obra de Nicola Costantino que, desde su aparición en el circuito pictórico de nuestro país hacia 1993 en el Casal de Cataluña y en el Museo Castagnino de su Rosario natal con “Cochon sur Canapé”, sabíamos que estábamos frente a una artista que cambiaría el estado del ser del contemplador.
Vinieron después sus “modelos” en silicona que replicaban la piel humana, ombligo, tetillas, pelos naturales, “Peletería Humana”, que dio origen a grandes discusiones que remitían al Holocausto.
Su carrera ascendente con premios, becas, exposiciones individuales, su intervención en la Bienal de San Pablo así como numerosas muestras en la Argentina y en el exterior.
Transgresora, Costantino no le teme al riesgo, es obsesiva por alcanzar la perfección formal en todas sus presentaciones y por supuesto es objeto tanto de admiración como de rechazo.
Recordamos su “Savon de Corps”, en la que el afiche de la muestra la muestra publicitando una serie de 100, hechos con 2kg. de grasa de una lipoaspiración personal, lo que trae a la memoria o la relaciona en cierta forma con la francesa Orlan, sin llegar a sus extremos, que permanentemente altera su propia identidad a través de cirugías ya que piensa al cuerpo como una superficie cubierta que puede ser transformada como un ropaje, a tal punto que llegó a transmitir sus operaciones vía satélite.
“Cadena de Pollos”, en silicona, calco del natural, la cinta deslizadora por la que pasaba un cerdo, sus “Chancho Bola” con esa mezcla de atracción- repulsión, que caracteriza su obra, “Animal Motion Planet” , máquinas ortopédicas terroríficas en unas estructuras de hierro cromado, no hay que olvidar que Costantino es esencialmente escultora, y así hasta llegar a su famosa participación en el envío argentino en la Bienal de Venecia de 2013.
Esta obra, “Rapsodia Inconclusa” desató una gran controversia debido a la intromisión extra artística del gobierno con videos documentales que nada agregaban al espíritu de la obra. Tuvimos la ocasión de verla en esa ocasión y también en la Fundación Fortabat , dos escenarios distintos.
En la Bienal, la oscuridad reinante le daba un carácter aún más ominoso a la historia trágica de Eva Perón, la difícil arquitectura y la iluminación del Fortabat conspiraban para entrar en el espíritu de la obra. No obstante fue una excelente idea mostrarla en Buenos Aires ya que que Costantino hace gala de su imaginación y recursos técnicos para ir pasando por las distintas etapas de una vida en la que pone el cuerpo para encarnarse en el rol de Eva desde que salió de su ciudad natal, frente al espejo, en la intimidad, en la Fundación, vestida por Dior, encarnada en un corset metálico con motor hasta la ya ausente en esa sala de cirugía, aséptica, la montaña de lágrimas congeladas, símbolo del pueblo que la lloró al momento de su muerte.
En 2010 realizó “Trailer” para Arte en la Torre, un programa de la Fundación YPF que en versión más reducida se exhibió en abril de 2015 el Patio de los Tilos del Centro Cultural Recoleta.
En cinematografía trailer significa avance, un resumen de la trama de un film en el que se muestran las escenas más importantes y también remolque o vagón que es el lugar donde se podía ver este corto de 3’16’’ de duración en el que realiza una escultura, una réplica de sí misma que se origina al enterarse de su maternidad
En pocas palabras, se la ve modelando un maniquí. Le hace un vestido. La fotografía como la maja desnuda. Escena de su doble visitándola en la maternidad junto a su bebé. Va en un auto. Empuja un cochecito. Lo inevitable: empuja el cochecito por la escalera. Se deshace de esa muñeca que ya le resulta intolerable. También es inevitable recordar la imagen de la escalera del “Acorazado Potemkin” de Einsestein.
Costantino señaló en el texto correspondiente que “mi doppelgänger, idéntica a mí pero sin estar embarazada, interactúa conmigo embarazada. Ella parece escindida y en un momento se torna amenazante y perversa”. Una relación de amor y odio y también en la que la soledad juega un rol importante. Costantino, como en el mundo virtual de Second Life , creó un “avatar” con el que se podía comunicar y actuar.
Una constante en su obra: meterse en la piel de los personajes que crea, no importa el medio con el que se exprese, resaltar el vestuario que ella diseña y realiza con sus propias manos- su obra no escapa a sus vivencias y experiencias- obra íntimamente ligada a su biografía.
Publicada en Revista del CEDIP 25/10