Museo de Arte Oriental en su nueva sede del Centro Cultural Borges (Nota y Audición On line)
El Museo de Arte Oriental fue creado en 1965, gracias a los esfuerzos y legados de coleccionistas, entre ellos, embajadas, el pianista y pedagogo Torre Bertucci que donó alrededor de 2000 piezas.
El acervo del museo consta de alrededor de 4000 originales de China, Japón, Corea, India, Egipto, Turquía, Armenia, el antiguo Imperio Persa, Tibet, Indonesia, Malasia.
Compuesto por pinturas , esculturas, grabados, objetos de arte, indumentaria, instrumentos musicales, mobiliario, ocupó durante más de 18 años algunas salas del Museo de Arte Decorativo pero nunca tuvo sede propia, de allí que este valioso patrimonio tiene nueva sede en el segundo piso del Centro Cultural Borges., ahora a cargo de la secretaría de Cultura de la Nación.
La reformulación de un espacio de mil metros cuadrados, un excelente montaje y curaduría a cargo de Francisco y Anush Katchadjian permite un recorrido con textos explicativos además de intentar una respuesta a una pregunta esencial ¿en qué pensamos cuando decimos Oriente?. Se piensa en lo exótico, en el silencio, en la naturaleza, en el Zen, la sabiduría , la espiritualidad, la armonía.,
Tantas culturas diversas, idiomas, estéticas que revelan distintas maneras de ver el mundo y que tanto han influído en el arte de Occidente. Basta recordar la fascinación de muchos artistas por el japonismo, vocablo acuñado por la influencia que tuvo en Manet, Degas, Renoir, Van Gogh, Klimt,, el estadounidense James Whistler , gran coleccionista de porcelanas, telas orientales y grabados en madera.
Esto se puede comprobar en las imágenes de las cuatro estaciones que ilustran los poemas clásicos como el haiku, poema breve de 17 sílabas que se refiere en un lugar y momento concreto a la naturaleza y la vida cotidiana de Matsuo Basho, uno de los grandes maestros del período EDO en el 1600.
Un acierto curatorial haber incluido “Fui al río” del gran poeta entrerriano Juan L. Ortiz (1896-1978) que tiene en sus versos el espíritu de un haiku. “Fui al río, y lo sentía/cerca de mi, enfrente de mi…Me atravesaba un río, me atravesaba un río!”.
El visitante puede abrir unos cajones y desenrollar estampas ukiyo-e, pararse frente a espejos de metal y ver qué imagen se refleja, se puede admirar una estructura en forma de templo que se utilizaba para transportar a una deidad de la religión shinto en las procesiones callejeras, la austeridad del interior de las casas, el significado de la piedra, del bambú, la perfección de los netsuke, la riqueza de los bordados , representaciones de Visnu, o los Buda.
En las salas de este museo que tiene ya 57 años desde su creación , el pasado y la tradición están presentes en un montaje acorde al siglo XXI, un diseño que responde a estándares internacionales a cargo de un destacado equipo de profesionales, su dirección a cargo de Rocío Roffo.
La visita nos regala un plus contemporáneo con las obras de dos artistas: Ali Chen y Johanna Wilhelm .
La primera, nacida en Taiwan, en 1971,vive y trabaja en Buenos Aires desde 1986. Es artista plástica, directora de arte y de escenografía en arte.
Conocimos su obra en 2006 en Estudio Abierto, y fue convocada en 2017 por la Casa del Bicentenario para la muestra “Como un destello” donde exhibió “Sin lugar para esconderse” : una de nube de papel iluminado desde su interior y una pequeña figura que intenta penetrar en ella. Esta obra es central en una de las salas junto a dos vitrinas que exhibe obras de cerámica , en una de ellas Chen utiliza la técnica furoshiki para plegar tela con el fin de envolver objetos cotidianos , sólo que lo hace con papel. Un video revela la delicadeza con la que envuelve e ilumina esas piezas.
En cuanto a Johanna Wilhelm,, ilustradora, diseñadora gráfica, ha expuesto en Mar Dulce, dirigió e hizo la escenografía y vestuario de la obra “El hombre que perdió su sombra” en el Teatro Cervantes, Premio Nacional 2020 de Artes Escénicas, presenta “Siete vientos” , instalación de sitio específico, paneles de papel serigrafiado y calado, y en palabras de Viviana Usubiaga, ambas artistas “nos invitan a adentrarnos en un sinfín de lugares que llamamos Oriente”
Viamonte 525. De miércoles a domingo de 14 a 20 hs. Entrada libre y gratuita.
Publicado en Ambito financiero (13/2/23)
Radio conexión abierta «Pinceladas y otros condimentos» (11/2/23)