Stella Sidi en Banco Ciudad
En la sede del Banco Ciudad de Florida y Sarmiento, una caja vidriada adonde se acude por trámites bancarios y desde donde se ve la ajetreada y emblemática calle porteña, hay espacio para el arte.
Arte que invita a detenerse, que despierta la curiosidad por la diversidad de técnicas cuya base es el dibujo.
Se trata de “Entre- Telas” (dibujos 1999-2017) de Stella Sidi, artista de vasta trayectoria con exposiciones individuales y colectivas en el exterior y en Argentina, su país de adopción ya que nació en Bulgaria.
Una labor silenciosa que combina con la docencia y la divulgación de artes y letras en su programa de Radio Cultura que ya ha cumplido 17 años.
Hace mucho tiempo que acompañamos su derrotero artístico, en general, autorreferencial, en el que la mujer tiene un papel protagónico. Nunca estuvo enrolada en alegatos feministas pero la mujer de Stella Sidi muestra candores infantiles, adolescencias conflictivas, juventud y vejez cuya lectura atenta es inquietante.
Un recorrido sugerente de los estados emocionales a través de mostrar el interior del cuerpo pero no de manera agresiva, la línea delgada de los cuerpos con costuras o tajos, una vestimenta atravesada por hilos rojos que contrastan con lo impoluto de la tela, ésta a veces, rugosa, otras transparentes tules, siempre fragmentos de ideas que aparecen como leit- motiv.
La mujer tiene el mandato de aparecer radiante pero siempre hay un elemento perturbador, puede ser un alfiler de gancho, gruesas costuras que contrastan las delicadas apariencias detrás de transparencias o la desdibujada figura masculina apenas esbozada.
La incorporación de la fotografía, papeles cosidos, bordados, ha enriquecido su imagen y evidencia su respeto por tratar un tema tan asociado hoy al caos, al horror, a violaciones seguidas de muerte que inundan los medios de todo tipo.
Sidi revela recuerdos, quizás hoy evanescentes por el paso del tiempo y puede decirse que la mujer es su tema, no tratado de manera tumultuosa sino que invita a cambiar la manera de mirar del contemplador, una suerte de encuentro que ayude a ejercer una mirada crítica y también sentimental, como lo señalara Christian Boltansky a propósito de su propia obra: “quiero despertar emoción, puede sonar ridículo, pasado de moda, pero estoy por un arte que sea sentimental”.
Publicado en Ambito Financiero